En esta ocasión se visitó a 36 familias, donde se verificó de cerca la construcción de zanjas de infiltración, el cultivo de alfalfa y trabajos se arborización.
Esta labor también se constituye como una forma de fortalecer la integración familiar de los beneficiarios. “El proyecto nos ha ayudado a tener una mejor comunicación en la misma familia, cooperamos por ejemplo en la realización de las zanjas de infiltración y participamos en las reuniones comunales”, manifestó Matilde Sucasaca Roque, beneficiaria del proyecto.
La cercanía a las familias beneficiarias nos permite apreciar profundamente sus valores y conocer sus expectativas de desarrollo en sus propias comunidades.
El mencionado proyecto pretende impulsar modelos de gestión rural de los recursos naturales y productivos que incorporen la perspectiva de género, y sean viables económica y medioambientalmente.
De igual manera, espera conseguir que la estrategia productiva sea responsabilidad del conjunto de la familia campesina, y que ésta se articule de forma económicamente eficaz, tanto como con las tradiciones comunales.
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