Ante la proximidad de la cuadragésima tercera Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, a celebrarse el próximo 24 de mayo, la Comisión Episcopal de Comunicación Social, la Conferencia Episcopal Peruana, la Diócesis San Carlos Borromeo, Cáritas Puno y Radio Onda Azul, vienen promoviendo el uso adecuado de las tecnologías actuales para el bien común donde prevalezca los valores humanos.
El tema elegido para esta ocasión es: “Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo y amistad”.
Las nuevas tecnologías digitales están provocando transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación y que, por tanto, se sienten a gusto en el mundo digital.
Es importante considerar el potencial de las nuevas tecnologías, especialmente cuando se usan para favorecer la comprensión y la solidaridad humana, pues representan una verdadera ventaja para la humanidad y por ello debemos hacer que sus opciones se pongan al servicio de todos los seres humanos y de todas las comunidades, sobre todo de los más necesitados y vulnerables.
De esta nueva cultura de comunicación se derivan muchos beneficios: las familias pueden permanecer en contacto aunque sus miembros estén muy lejos unos de otros; los estudiantes tienen inmediato a documentos, fuentes y descubrimientos científicos, y pueden así trabajar en equipo desde diversos lugares; además, la naturaleza interactiva de los nuevos medios facilita formas más dinámicas de aprendizaje y de comunicación que contribuyen al progreso social.
Por lo tanto, quienes se ocupan en la producción y difusión de contenidos en los medios, han de comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana. Las nuevas tecnologías deben servir para el bien de los individuos y de la sociedad, quienes las usan deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza o lo que explota a los débiles e indefensos.