Estamos a pocos días del lanzamiento
mundial de la Campaña “Una sola familia humana, alimentos para todos”. El
Derecho a la alimentación, que ha sido promocionado por Caritas internationalis
componente primario y fundamental de esta campaña que hemos estado diseñando a
nivel regional en distintos encuentros, especialmente en la Conferencia
Regional celebrada del 9 al 16 de junio de este año en Caracas, así como la
reunión de la Comisión Regional Ampliada celebrada en Lima al inicio de este
mes; no es por tanto, una campaña ajena a nuestra región, sino que forma parte
integral de nuestro plan regional para el año 2014 y 2015.
Como es sabido por todos ustedes, muchos
pueblos sufren dramáticas situaciones de pobreza cuyo primer signo es la falta
de una adecuada alimentación y en algunos casos la carencia total de ella. Y no
solo signo de carencia, sino también de inequidad, pues lo que falta a muchos
lo desperdician otros. De esta realidad no escapa nuestra región. Encontramos
signos desafiantes que interpelan el obrar de la Iglesia y por lo tanto de
nuestra institución. La Campaña es una gran oportunidad para obrar de manera
sistemática y con objetivos comunes en todos nuestros países, lo que implica un
signo de comunión y de testimonio fraterno.
Jesús se nos ha regalado como Pan vivo
bajado del cielo, ha querido quedarse a través del pan y el vino transformado
en su Cuerpo y Sangre; quiso hacerlo en una cena; pero antes multiplicó los
panes y los peces, y mandó a sus discípulos: “denles ustedes de comer”. Estos
gestos de Jesús son más que suficientes para sentir la necesidad de asumir este
gran reto: apropiarse de la campaña, hacerla presente en todas las instancias
eclesiales y en los organismos de decisión del Estado, del mercado y de la
sociedad civil.
Institucionalmente en la región la
campaña tiene un puesto de relevancia en nuestro plan operativo, la hemos
ubicado en el área de vida institucional, apartado tres, con la finalidad de
crear la ruta de la campaña en el 2014. Deseamos que en los planes operativos
de cada Cáritas en la Región pueda ser asumida, enriqueciéndola con los
elementos culturales y los procesos de identidad de cada país; esto no
desnaturaliza la campaña, sino por el contrario, la enriquece. La idea base que
está en el transfondo es que aunque esté diseñada como una campaña, se
transforme en un proceso para ser asumida en años venideros, por eso hemos
querido que su concepción esté dada en función de un “eje transversal” que abrigue
todos las áreas contenidas en el plan.
Queridos Hermanas y hermanos, el Papa
Francisco, quien nos dará un mensaje inaugural el 10 de diciembre, nos ha dicho que hay que “salir a
experimentar nuestra unción, su poder y su eficacia redentora en “la periferia”
donde hay sufrimientos”; la periferia no es solo un lugar, un espacio, sino
también “carne”, “humanidad”, la periferia es el pobre, el que ha sido
marginado, el que no cuenta y que tantas veces es categorizado como “sobrante”
(DA 65). Es a ellos a quienes nuestras Caritas sirven y están dedicados los
esfuerzos mutuos en la región. En el rostro de estos hermanos y hermanas
encontramos el rostro de Dios.
Muchos de ustedes se preguntarán ¿qué
hacer? El Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga, Presidente de Caritas
Internationalis, en su carta dirigida a toda la Confederación con fecha de 18
de noviembre, ha señalado una serie de posibles actividades para ser asumidas
por algunas instancias eclesiales, consideramos que es un valioso elenco que
abre muchas posibilidades de servicio en torno a nuestra campaña. Igualmente en
nuestra región realizaremos en octubre del próximo año, en Colombia, nuestro
XVIII Congreso Latinoamericano y de El Caribe, pero antes se harán en todas las
zonas los llamados “congresitos” o “colombianitos”, que están revestidos del
tema de la Campaña con el slogan: “Solidaridad fraterna, en la mesa cabemos
todos”; será un espacio para el estudio, la toma de conciencia sobre el
problema y la búsqueda de líneas de acción.
Como primer paso les invito a todos a
participar en la ola de oraciones que va a marcar el lanzamiento de nuestra
campaña el día 10 de diciembre 2013 (Día de los DDHH, y así recordarnos, que
tener alimentos suficientes y adecuados es un derecho humano).
Todas las Caritas, desde las
parroquiales hasta las nacionales, y si pueden invitar a otras organizaciones
amigas en le fe, en la esperanza y los esfuerzos por la justicia social, a
hacer un momento de oración durante el medio día en su país, en cada país,
orando y reflexionando sobre el hambre y la pobreza, que son sufridas por
millones de hijos e hijas de Dios, y que es sin duda una de las mayores
violencias contra la dignidad humana.
Queremos que todas y todos tomemos
conciencia sobre el derecho a la alimentación, y pedir más compromiso a todos
nuestros líderes políticos para que se incluya este derecho en el marco legal
de todos nuestros países.
Les invito a que empecemos por
participar y comprometernos con esta jornada de oración. Esta será la luz, la
señal fuerte de que esperamos a nuestro Salvador, y de que El nos invita a
unirnos, a comprometernos para con los pobres, poniendo un énfasis particular
en el paso firme y decidido para erradicar el hambre, haciendo que haya
alimentos para todos.
Para esto les hemos estado y les
seguiremos enviando varios materiales que pueden encontrar en el BAOBAB de
Caritas Internationalis (red interna) o pedirla al referente para comunicación
de la región, Alberto Arciniega, o al secretariado de Caritas Internationalis,
en la persona de Alfonso Apicella o Michelle Hough.
La ola empezara en Samoa a medio día y
dará la vuelta al mundo, para terminar en Roratonga (otra isla del Pacifico) a
mediodía. Esto solo posible por la diferencia horaria.
Es sumamente importante que documenten
sus actividades con fotos, videos y comunicaciones y que las envíen a los
medios y al Secretariado General en Roma, por medio de sus comunicadores.
Les animamos, pues, a asumir con mucha
esperanza esta Campaña que constituye un reto para toda la Confederación y nos
ayudará a valorar lo que tenemos en común: nuestra fe en Jesucristo, muerto y
resucitado, que nos ha dejado su Espíritu para obrar la caridad en medio de
nuestras realidades.
Que la Santísima Virgen de Guadalupe nos
acompañe en este peregrinar y sepamos ser como ella, testigos de su Hijo y
animadores del amor que Él nos dejó.
Fuente: Cáritas del Perú
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