El Papa Francisco ha recibido esta
mañana en audiencia a los obispos de la Conferencia Episcopal de Tanzania, al
final de su visita ad limina y, en el discurso que les ha entregado ha elogiado
“la impresionante historia de la obra misionera en toda la región”, exhortando
a los prelados a “mantener y fomentar este imperativo misionero , para que el
Evangelio pueda penetrar cada vez más todas las obras de apostolado y derrame
su luz sobre todos los ámbitos de la sociedad tanzana”.
“La obra de evangelización en Tanzania
-escribe- no es, entonces, simplemente un acontecimiento notable del pasado;
no, sucede todos los días en el trabajo pastoral de la Iglesia en las
parroquias, en la liturgia, en la recepción de los sacramentos, el apostolado
de la educación, las iniciativas sanitarias, la catequesis y en la vida de los
cristianos corrientes”.
El Papa menciona especialmente en este
sentido el testimonio de los trabajadores sanitarios que “cuidan de los
enfermos de VIH / SIDA, y de todos los que se esfuerzan en educar a la gente en
la responsabilidad sexual y la castidad”, así como a los que se dedican “a la
formación integral de los pobres, y en particular , de las mujeres y los niños
indigentes” y exclama: “¡Que el Espíritu Santo que dio fuerza, sabiduría y
santidad a los primeros misioneros en Tanzania continúe inspirando a toda la
Iglesia local en este testimonio vital!”
Asimismo reitera la necesidad de contar
con “sacerdotes santos, instruidos y entregados” y de asegurar que reciban “la
adecuada formación humana, espiritual, intelectual y pastoral”. Y refiriéndose
al papel de los laicos pide a los obispos que concentren sus esfuerzos en dar a
los catequistas una “óptima comprensión de la doctrina de la Iglesia que les
equipe no sólo para hacer frente a los retos de la superstición, de las sectas
agresivas y del secularismo, sino para algo todavía más importante como es
compartir la belleza y la riqueza de la fe católica con los demás, especialmente
con los jóvenes”.
Tocando el tema de la familia, Francisco
afirma que “el don que las familias saludables representan se siente con
especial vitalidad en África” y recuerda que “el amor y la atención pastoral
por la familia están en el corazón de la nueva evangelización... Mediante la
promoción de la oración, la fidelidad matrimonial, la monogamia, la pureza y el
humilde servicio de los demás dentro de las familias, la Iglesia sigue dando
una valiosa contribución al bienestar social de Tanzania que, unido a su
apostolado en ámbito educativo y sanitario, seguramente favorece la mayor
estabilidad y el progreso del país”.
“Es difícil encontrar un servicio mejor
que el ofrecido por Iglesia cuando da testimonio de su convicción de la
santidad del don divino de la vida y del papel esencial que desempeñan las
familias espirituales y estables en la preparación de las nuevas generaciones
para vivir vidas virtuosas y para enfrentar la retos del futuro con sabiduría
coraje y generosidad”.
“Me anima de forma particular saber que
Tanzania se ha comprometido a garantizar la libertad de los seguidores de las
diversas religiones de practicar su fe. La protección continua y la promoción
de este derecho humano fundamental fortalece la sociedad al permitir a los creyentes
-fieles a los dictados de su conciencia y en el respeto a la dignidad y
derechos de todos- avanzar en la cohesión social , la paz y el bien común”.
“Agradezco profundamente vuestros
esfuerzos para promover el perdón, la paz y el diálogo como pastores de vuestro
pueblo en situaciones difíciles de intolerancia y, a veces, de violencia y
persecución”.
Finalmente el Papa Francisco exhorta a
los obispos “también a trabajar con las instituciones gubernamentales y cívicas
en este ámbito con el fin de garantizar que el estado de derecho prevalezca
como un medio indispensable para garantizar relaciones sociales justas y
pacíficas y rezo para que vuestro ejemplo, y el de toda la Iglesia en vuestro
país siga inspirando a todas las personas de buena voluntad que anhelan la
paz”.
Fuente: ACI Prensa
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