El
papa Francisco celebró hoy la misa conclusiva de la Jornada Mundial de la
Familia, en la plaza de San Pedro ante una enorme multitud de casi 200 mil
personas.
La
jornada de dos días, precedida por un congreso de tres, es parte del Año de la
Fe, convocado por Benedicto XVI y que finaliza el próximo mes de noviembre.
Ayer
por la tarde mañana fue la peregrinación de las familias ante la tumba de san
Pedro y por la tarde una celebración festiva en la plaza de San Pedro en donde
familias, niños, papás, mamás y abuelos dieron su testimoniol
En
la homilía el santo padre invitó a las familias "a rezar en conjunto, el
esposo por la esposa, los papás por los hijos, los hijos por los papás, y
también por los abuelos". Porque "rezar en familia y vuelve fuerte a
la familia".
Superando
las dificultades que se plantean pues "es también cuestión de humildad, de
reconocer que tenemos necesidad de Dios, como el publicano. Y se requiere
sencillez. Rezar juntos el "Padrenuestro", alrededor de la mesa, se
puede hacer. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da mucha
fuerza.
Hacia
el final de la Eucaristía, ante el ícono de la Sagrada Familia que presidía la
misa conclusiva de la Jornada Mundial de las Familias, el papa Francisco rezó
una oración encomendando a las familias, pidiéndo que sean cenáculos de oración
e Iglesias domésticas, y a renovar el deseo de santidad.
Al
concluir la santa misa, el santo padre rezó el ángelus y dijo: "invocamos
la protección de María, nuestra Madre, para las familias del mundo entero, en
particular las que viven situaciones de mayor dificultad. E invitando al
público a seguirlo rezó tres veces: "Maria, reina de las familias, ruega
por nosotros.
Después
se despidió brevemente de los presentes y encima del jeep blanco pasó entre la
multidud saludando con el cariño que le contradistingue.
Fuente:
ZENIT
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