Una organización de apoyo a la obra misional de la Iglesia Católica en la Diócesis de Puno. Fundado el 4 de Julio de 1964. Somos integrantes de la red nacional de Cáritas del Perú.

lunes, 22 de julio de 2013

Mensaje con motivo del Día de la Solidaridad con la Persona Encarcelada

Con motivo del Día de Solidaridad con la persona encarcelada, la Iglesia envió un mensaje de aliento a las personas privadas de su libertad y pidió al Estado y la sociedad en su conjunto trabajar para garantizar el desarrollo humano integral de quienes viven en situaciones de mayor vulnerabilidad.

“Rostros que nos interpelan: hijos e hijas de personas encarceladas”, es el título de este mensaje y que está firmado por Monseñor Héctor Vera Colona, Obispo de Ica y Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social; y por Monseñor Pedro Barreto Jimeno, SJ., Arzobispo de Huancayo y Coordinador de la Pastoral de Cárceles.

En el documento, ambos Obispos señalan que cuando se piensa en la cárcel, se piensa en el encierro y la exclusión como sistemas de castigo contra personas que no se han adecuado al sistema social imperante. “Cuando se piensa de esta manera, generalmente, se pierde de vista que, en países como el nuestro, cuando se condena a una persona a la cárcel, se está condenando junto con ella también a su familia, en tanto que implica el abandono en el que, en la mayoría de los casos, van a quedar los hijos y las hijas de las personas privadas de libertad. Esta situación, tendrá una directa repercusión en sus reales posibilidades de desarrollarse plenamente dentro de la sociedad”, dice el mensaje.
Por ello, hicieron un llamado para encarar esta problemática penitenciaria, para modernizar la infraestructura carcelaria y mejorar la calidad de los servicios. Asimismo, piden tener una especial atención a los hijos e hijas de las personas encarceladas, por el grave riesgo que corren debido al estado en que permanecen mientras tienen a uno, o a ambos padres, en prisión.

“Dios ama nuestras familias, a pesar de tantas heridas y divisiones (DA 119). Es la hora en que sepamos corresponder al amor misericordioso del Padre y saber ser signo visible de su amor, poniéndonos nosotros también al servicio de las familias, de nuestros hermanos y hermanas más pequeñas. Pidamos a Dios nuestro Padre, Señor de la Vida y a nuestra Madre, la Virgen del Carmen, que nos acompañen en esta misión”, concluye el mensaje.


Fuente: Conferencia Episcopal Peruana

No hay comentarios: