La madre es un ser que da todo de sí, a cambio de
nada, para que su hijo afronte la vida, siendo cada día mejor. Por ello,
resaltamos el amor de todas las madres que han permitido a sus hijos ver la luz
del mundo y que de ese modo dan a conocer la creación de Dios con el don
maravilloso de la vida, emprendiendo con fortaleza y amor la misión de ser
madres, y enfrentando con valentía las dificultades que en el transcurso de la
vida se presentan.
Queremos resaltar la labor de las mamás,
personas que son los grandes pilares de la familia, asumiendo también muchas
veces el rol de padre y que por diversas circunstancias de la vida se
encuentran solas. A ellas, nuestro especial saludo y agradecimiento.
Es lamentable también ver los casos de madres
viviendo en la soledad y que algunas veces son olvidadas por los hijos adultos
y las que luchan solas para sobrevivir. Exhortamos a todos volver el rostro
hacia las madres que sufren injusticias o que sufren por haber sido heridas en
su dignidad humana o materna. Veamos en ellas el reflejo de nuestra Madre
Celestial, María Madre del Hijo de Dios, para que sintamos y vivamos plenamente
la grandeza de la misión de ser madre.
Invitamos a todos a elevar una oración por todas
las mamás, tanto por las que están con nosotros y nos llenan de orgullo con su
presencia, como por las que gozan de la misericordia de Dios y que continúan
acompañándonos con su presencia invisible, pero real desde el cielo.
Para todas ellas, nuestros mejores homenajes,
oraciones y eterna gratitud.
¡FELIZ
DÍA DE LA MADRE!
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